¿Tenemos lo que nos merecemos?

¿Tenemos lo que tenemos gracias a lo que hacemos o a lo que somos?

Estamos acostumbrados a definir nuestro entorno, nuestra manera de relacionarnos, nuestra forma de SER en función a lo que TENEMOS y esa puede que sea la razón de tanta crisis emocional, tanta depresión y tanto mal rollo.

Ahora los pilares, las referencias personales de muchos líderes se han caído como si fuese una demolición controlada. El puesto que tenía en la empresa lo perdió, el coche que conducía se lo quedó la empresa y la casa de la playa se la quedó el banco. El amor se fue por la puerta y el dinero por la ventana, entonces se formulan la pregunta de… ¿y ahora qué?.

Pues tu verás ahora qué, ¿cuanto tiempo vas a seguir mirando por la ventana y esperando a que esto se arregle?, ¿acaso crees que por leer el libro del secreto y desear con fervor que te llamen a un puesto de trabajo es suficiente? pues, … «va a ser que no».

Esta crisis de identidad provocada por habernos quitado el suelo que pisábamos, servirá para remangarse, abrir la mente y empezar a pensar que no debemos de valorarnos en función a lo que poseemos o hemos conseguido en estos años.

Verdaderamente sin todo eso, seríamos los mismos: gente agradecida, valiente, amorosa, trabajadora, responsable, concienzuda, emprendedora, fiel, sabia, … eso es realmente lo que ERES. Y a partir de ahora reeduca tu mente, reeduca tus expectativas en función de lo que eres y lo que hagas vendrá detrás y lo que obtengas llegará de corrido.

Estarás conmigo en que las reglas del juego no han cambiado noooo, directamente nos han cambiado de juego. Eso me lleva a pensar que tenemos que replantearnos la manera que tenemos de ver las cosas. Si lo que me trajo hasta aquí me ha provocado pérdida de poder aquisitivo, para salir de aqui… ¿sigo haciendo lo mismo?… pues «va a ser que no» (y ya van dos!!).

Abre tu mente, cuestiona todo, planteate tu trabajo, tu formción, tus capacidades, tu metodología. Mira a ver quien funciona o que funciona bien a tu alrededor y analízalo. Se observador durante horas y saca conclusiones.

Y eso si, ¡ponte en acción de una vez!, ¿por qué? pues porque sino … «va a ser que no».