Salario Emocional: Nos estamos acostumbrando a competir constantemente en todo: por el mejor coche, la mejor casa, el mejor puesto de trabajo, el mejor cliente, … Vivimos en una sociedad frenética que nos impulsa a ello con anuncios en TV, con facilidades de pago, con globalización de las compras, con mayor acceso a todo. Cada día nos surge una nueva necesidad, un nuevo reto, un nuevo generador de estrés. Y cuando lo alcanzas, ¿celebras el mérito y el esfuerzo derrochado?. ¿Te lo reconoce alguien con un «felicidades siempre confié en ti»?.
En las empresas, si queremos firmemente retener el Talento, estamos obligados a trabajar con el Salario Emocional. Es más barato y eficaz, sin embargo ¿por qué tan poca gente lo utiliza? Buena pregunta… necesita de 2 factores primordiales: CREATIVIDAD y HUMILDAD.
A corto plazo es más rápido y emocionante poner a un trabajador coche de empresa, que estar día tras día diciéndole lo bueno que es o generando formas de agradecérselo. Repito, a corto plazo es muy efectivo, pero ¿se crean empresas para dar el pelotazo a corto o para perdurar y generar cambios en la sociedad a largo?. Espero que esta crisis de estrecheces económicas al menos nos invite a Crear y Reconocer en lugar de tirar el balón para adelante.
El amor que nace con regalos siempre tiene hambre. Con el salario Económico ocurre lo mismo.
Retener el Talento con dinero, siempre genera más y más necesidad. Pasados un par de meses se tiene la misma (o muy similar) sensación de vacío que el primer día. ¿Por qué? Porque esta sociedad nos está enseñando a eso, a consumir, a desear, a necesitar.
¿Qué propongo?, hacer uso del salario Emocional, el salario que Reconoce tus méritos, el salario que dice públicamente tus bonanzas, el salario que invierte en ti en un curso de Desarrollo Personal, una copa de cava, unas Vacaciones o un Discurso tuyo ante todo tu equipo de trabajo. Me refiero al salario que se encuentra varios niveles por encima del concepto «seguridad» dentro de la Pirámide de las necesidades de Maslow (ver foto adjunta). Con esto no digo que se pague poco a los trabajadores, a cada cual habrá que pagarle lo que le corresponda por su valía y desempeño, aportando al profesional una estabilidad económica adecuada, pero si es verdad que el S.Emocional es el mejor acicate para fidelizar buenos trabajadores en la empresa. No satura, es ilimitado y tampoco genera ansiedad. Aunque si es verdad que provoca cierta adicción (jeje a todos nos gusta que nos reconozcan)
En 1943, Maslow formuló “A Theory of Human Motivation”, teoría en la que define una jerarquía de necesidades humanas y argumenta que a medida que los individuos van satisfaciendo las necesidades más básicas (más próximas en la báse piramidal), los individuos desarrollan necesidades y deseos más elevados (ver figura adjunta).
Estas necesidades se agrupan en distintos niveles formando una pirámide de tal manera que las necesidades situadas en la parte superior sólo requieren nuestra atención cuando tenemos satisfechas las necesidades más básicas o aquellas que se colocan en la parte inferior de la pirámide.
Quizás ahora entendamos mejor por qué a una persona que no cubre con su salario las necesidades familiares del día a día, ascenderle a un puesto de trabajo donde se desarrollará mucho como profesional pero sin mejoras salariales, le defraudará más que motivará.
Igualmente conocemos ricos y famosos que llegado un momento de su carrera deciden empezar a colaborar con asociaciones benéficas y proyectos del tercer mundo. Tiene toda la lógica, todo lo anterior lo tienen cubierto.
Por otro lado el largo período que va desde que nos planteamos una meta hasta que la alcanzamos es apasionante, ilusionante, revolucionario, excitante!!!. Una vez alcanzada, parece que se nos va la emoción. Es natural y lógico, pues lo emocinante de una meta es trabajar por ella, y cuando estamos próximos a alcanzarla, debemos plantearnos rápidamente una nueva para que la Adrenalina siga saliendo a borbotones.
Visto desde fuera siempre dices eso de: “a mi no me hagas salir al escenario a dar agradecimientos ni a recoger el premio que me muero de vergüenza”. Pero cuando vas subiendo escalón tras escalón, los nervios dan paso a la emoción, se generan millones de impactos en nuestro subconsciente, que perdurarán una y otra vez a lo largo de la vida. No creo que recuerdes el dinero que te llevaste por ser el mejor vendedor del año, pero que te reconocieran públicamente delante de los empleados de la empresa y de tu mujer e hijos… eso no lo borra nadie.
Un abrazo y cuento con tus aportaciones y comentarios.
Francisco López
Coach Certificado, Consultor y Formador.
Importante,interesante y complicado tema. En teoris parece normal,pero la realidad es que el tema es extremadamente complicado.
Si partimos de la base que en todos los escenarios que nos podamos situar bien sean públicos o privados, lo tenemos que tratar con GUSNTES DE SEDA.
A medida que la competencia profesional crece en las empresas, podemos encontrarnos que en etapas marcadas para la consecución de objetivos, tengamos que ir reconociendo a nuevos lideres en cada departamento y relegando a un segundo plano, al reconocido en la etapa anterior. Difícil situación la que se plantea,no sólo para la persona no reconocida ,sino también para la que tiene que proceder al reconocimiento.
Estas situaciones pueden generar una competencia tan desleal dentro de la empresa, que puede perjudicar gravemente los intereses de la misma.
Salario emocional si pero con mucha cautela. Al decir con mucha cautela, lo digo por que esto puede generar envidias y como consecuencia crear desánimo y desgana en otros que no se encuentren a esos niveles.
SALARIO EMOCIONAL SI, pero con guantes de SEDA.
En la línea de las aportaciones anteriores, cuidado con los excesos que pueden ser perjudiciales. A la hora de reconocer debemos de mirar cuando, cuanto y a quién no sea que el resto de la organización se vea ninguneada.
Un cordial saludo y muchas gracias Sergio por tu visión.
La vanidad del ser humano no tiene limites, somos capaces de lo.peor a cambio de que nos regalen los oidos, pero !pobrecito! Aquel que no es capaz de reconocer esa debilidad. Hay quien hace el ridiculo mas espantoso. Soy de la opinion de que «mis hijos no comen bocadillos de cojonudo». Parece una ordinaried pero el reconocimiento profesional debe estar justamente remunerado. El reconocimiento emocional y la palmadita en la espalda estan muy bien pero mucho mejor si viene acompañada del merecido PREMIO, no me vale tan solo la aprobacion.
Ahí coincido contigo. Exceso y defecto son dos grandes peligros en todo y aquí igualmente. En estos últimos años en cuanto al tema salarial están algunas empresas realizando lo que llamo yo la esclavitud del S XXI, aprovechándose de la necesidad del trabajador para aumentar horas, bajar salarios, y si no te gusta ya sabes…
Gracias por tus sabias aportaciones Maite.
Me parece un artículo de gran importancia, es casi un tercio de nuestra vida que la pasamos trabajando, ganándonos la vida de alguna manera, donde hay algunos afortunados que hacen el trabajo de sus sueños o su vocación innata y otros muchos, sin tener el trabajo que siempre desearon, pero les da para vivir o tener una excelente calidad de vida. Lo que queda claro, es que ambos necesitan sentirse reconocidos, es una necesidad innata del ser humano,en gran parte necesitamos sentirnos queridos, necesitamos creer que estamos aportando algo a este mundo.
Como no va a ser efectivo el llamado Salario emocional, si es mas humano, es más existencial… son más horas de las que creemos las que vamos a pasar trabajando, por ello aquellos merecedores se sentirán más recompensados por el apoyo a lo que es como persona, a lo que es como trabajador y profesional, que simples regalos de empresa, ya que a nadie nos gusta sentirnos como simples máquinas o como simples medios para conseguir un fin económico.
Finalmente, estoy a favor del equilibrio, hoy en día la simple apreciación o reconocimiento superficial a través de bienes materiales, se queda a medias, por ello el Salario Emocional debería equilibrar esa balanza y más en estos tiempos donde parece que lo material está por encima de nuestros valores humanos.
Efectivamente Álvaro, vivir para trabajar o trabajar para vivir.
En mi lápida del cementerio yo tengo claro que no pondrán «fue un hombre que trabajó mucho», sino «fue un hombre que quiso a su familia y les ayudó a crecer como personas» (jeje aunque para escribir tanto, necesitaré un mausoleo).
Muchas gracias por tu comentario.